Este maniquí lo tenía mi cuñada en la tienda para colocar los pañuelos del cuello, collares y demás complementos. Pero un día sufrió un pequeño accidente y quedó mal parado. Así que ya que había que hacerle alguna reforma interior, aprovechamos para cambiarle el aspecto exterior y disfrutarlo de nuevo con otro aspecto.
Este es el aspecto que tenía, aunque no se aprecia bien, todas las
partes de madera estaban sueltas y no se podía colgar nada porque se caía.