Desde el principio de la humanidad, el hombre ha experimentado la necesidad de medir el
tiempo, para así regular sus hábitos y quehaceres. A lo largo de los años pasarían del primer reloj
propiamente dicho, la clepsidra, a todos los demás que se fueron inventando.
Hoy día vemos relojes en todos lados, en los microondas, en los teléfonos móviles, en los
ordenadores, en el GPS, en los televisores. Vemos relojes plásticos, otros de fino cristal con
su extraño mecanísmo, relojes de pulsera que son joyas y que valen una fortuna.... pero
ninguno tan especial como el mío de mariposas amarillas y perlas en lugar de números, jajajaja.
Medir el tiempo se ha convertido en una obsesión humana, pero para bien o para mal, el tiempo
siempre controlará la acción humana.
Super original el reloj, y único, desde luego!
ResponderEliminarBesos!! Helena
¡Muy bonita combinación de elementos, Mari! Y así de original luce tu reloj.
ResponderEliminarMas besos de las dos
J&Y